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La comparsa de nuestros hermanos

Los años avanzan y el hermanamiento se intensifica. La convivencia traspasa ya la oficialidad y como comenta Carlos Gómez, actual presidente de la Comparsa de Alagoneses, “aunque en su inicio fue un hermanamiento municipal, aquí en Sax cobra importancia cuando una de las comparsas de sus fiestas toma el nombre del pueblo hermano”.
 
El hermanamiento da un paso más allá. 

 

Nace una nueva comparsa

La sorpresa llegó en el Cabildo de 1969 cuando José Mataix Martínez alzó la mano para proponer una nueva Comparsa que formaría parte de las Fiestas de Moros y Cristianos de Sax, una comparsa en honor de los hermanos de Alagón que bautizaron como Alagoneses.

 

Aquel día no solo las inclemencias del tiempo, una lluvia que obligó  a celebrar el acto en el interior de la Ermita de San Blas, toparon contra ese grupo de festeros que ilusionados presentaron en el Cabildo la idea de esa nueva comparsa. Pese a la inicial negativa de un grupo de dudosos, la idea terminó siendo aceptada por la mesa del Cabildo pero bajo el cumplimiento de varias condiciones que en caso contrario daría por anulada la decisión. 

 

La primera de ellas era que el día 5 de febrero y para la bajada de capitanes se presentaran 4 o 5 festeros uniformados con los trajes que adoptará esta comparsa con el fin de proceder a su aceptación o desestimo. La segunda, que antes del 1 de febrero hicieran depósito de 20.000 pesetas a favor de la Mayordomía de San Blas, las cuales les serían retomadas una vez aprobada definitivamente esta nueva comparsa. 

El día 5 de febrero de 1970 cuatro trajes de alagonés salieron de la Ermita de San Blas donde esa misma mañana había sido bendecida su bandera. Según recuerda Luís, “la banda de música fue toda con cachirulos, emblema de los joteros de Alagón”. La Comparsa de Alagoneses estuvo arropada por el pueblo de Sax y los alagoneros que viajaron hasta la villa alicantina a acompañar a su comparsa con el típico ‘cachirulo’ aragonés. 

 

La emoción vivida durante esos meses y en concreto esos días de febrero de 1970 resaltaron los vínculos que Sax y Alagón habían creado. La comparsa se convertía en la Casa para los hermanos de Alagón que año tras año esperaban ansiosos la llegada de sus fiestas de febrero. 

Alagoneses se viste por primera vez

El 9 de junio de1970 el Pleno del Ayuntamiento de Alagón aprueba las Capitulaciones por las que se reconoce la Comparsa de Alagoneses y autoriza que utilice su nombre, así como el uso de su escudo.

 

En ese mismo escrito se formaliza la participación de la comparsa en Alagón cada 5 años, tomando como referencia los años acabados en 0 y 5 y respetar el origen del hermanamiento. 

Ambos pueblos estaban viviendo otro hito histórico. En este caso alejado del azar y como consecuencia de la amistad que ambos municipios se guardaban. Un ejemplo de ello fue la carta que el anterior alcalde de Alagón, Modesto Gracia, envió a Joaquín el 18 de marzo de 1970, y que recoge el libro "Joaquín Barceló Verdú":

Del nacimiento de nuestra Comparsa de Alagoneses, mejor dicho de mi Comparsa, ya tenía conocimiento de ello por mi alcalde Luís y por Blas Martínez de esa que pasó por aquí y, a pesar de ello casi no daba crédito a lo que oía, pues la verdad amigo Joaquín que esto es un poco serio, pues nuestro paso como alcaldes de nuestros respectivos y queridos pueblos quedará huella para muchos años, pues habremos hecho cosas materiales buenas o malas, pero si con inmejorable buena voluntad y entrega, pero estas pasarán y nosotros también tendremos que ausentarnos, pero la Comparsa de los de Alagón perdurará como tú dices, siglos”…”…Te ruego des las órdenes oportunas para que me incluyan en la comparsa…”

El calor y arropo que el hermanamiento había creado entre los habitantes de los dos pueblos se perpetuaba en el tiempo. Sax cuenta con las fiestas más antiguas de toda España. Una festividad basada en la tradición y en las costumbres de la que forman parte Comparsas ya centenarias. La creación de esta nueva corporación festera suponía perpetuar el hermanamiento a lo largo del tiempo, incorporar este hito a la historia contemporánea de Sax y Alagón. 

La Comparsa de Alagoneses desfila en su casa, Alagón

Luís cuenta que "ellos, los socios y creadores de la comparsa, se comprometieron a venir a Alagón a estrenarla. O sea se ponen los cuatro trajes a desfilar el día 5 de fiestas pero el resto de gente íbamos vestidos de paisanos y con el cachirulo".

 

Mientras tanto en un año lleno de emociones llegan las esperadas fiestas de Alagón en honor a la Virgen del Castillo que ese año se celebraron del 6 al 9 de septiembre de 1970.

 

Tan solo unas semanas antes Joaquín Barceló deja su puesto como alcalde pero adquiere un nuevo compromiso local ahora con la Comparsa de Alagoneses, la función de secretario. Será el encargado, como el mismo escribirá, de “redactar para memoria eterna y por disposición expresa del Presidente, Juan Mataix Vicedo, la 1ª Crónica de los Caballeros Alagoneses, para que sirva de testimonio y sea fuente que ilumine el camino de las futuras generaciones que no han tenido la dicha de vivir estos días memorables”.

 

Se  trata de una extensa y detallada crónica que describe la primera participación de la Comparsa de Alagoneses en las Fiestas de Alagón.

Días en los que no faltó ilusión, emoción y convivencia entre ambos pueblos y la recién nacida comparsa. Actos y folclore maño que se teñían de color por los Alagoneses venidos de Sax. Una vivencia única que muchos se encargaron de plasmar en discursos y palabras de agradecimiento que son la mejor demostración de lo que allí se vivió. Así Joaquín, como cronista oficial y no como alcalde, escribió:

“No sé si las futuras generaciones podrán vivir momentos semejantes, pero quien nos suceda, no podrá permitir que semejante acto de devoción pueda perderse. Este cronista, deja bien sentado que espera con ansiedad que el centenario de esta visita, sea celebrado con la misma altura y emoción que hoy lo hacemos. ¡Benditas las futuras generaciones que tal cosa hagan!" (...)

 

“A vosotros, futuras generaciones de festeros, os tocará juzgar y valorar lo que hicimos entre todos; pero a nosotros nos tocará exigiros que conservéis con fe y entusiasmo lo que tanto sacrificio y amor hemos creado en este año del Señor 1970, un grupo de sajeños festeros, empujados por dos grandes pueblos: Alagón y Sax”.

Para la mayoría, esta comparsa supone la continuidad del hermanamiento que había nacido tan solo cinco años antes.

 

Luís Latorre entiende que se dieron tres claves fundamentales que permiten que hoy hablemos de hermanamiento: “Un pueblo que no conoces, está lejos, pero que hablan castellano, la segunda es que todos los que vinieron y  fuimos estábamos hospedados en casa de alguien y la tercera es la creación de Alagoneses”. 

Alagoneses supone la ganarantía del hermanamiento

Joaquín y Luís, una capitanía en familia

Nuevos actos, reglamentos internos, acuerdos, celebración de Juntas, etc. La Comparsa Alagoneses tomaba ya forma y participaba junto al resto en los actos festeros. En el año 1971 los sajeños pudieron disfrutar al completo de la comparsa con 45 trajes en la calle. La formación iba creciendo asentando unas valiosas bases que el cronista se encargó de sellar en los documentos oficiales y actas de los Alagoneses. Pero tampoco faltan en estos papeles anécdotas e historias vividas durante este primer año de entusiasmo para unos sajeños y alagoneros que veían como los destinos de sus pueblos se unían de nuevo. 

 

 

La comparsa decidió en una de las asambleas internas proponer como capitanes para el año 1972 a Joaquín Barceló y Luís Latorre por “la gran ayuda que han prestado a la formación de la Comparsa y la hermandad de Sax y Alagón”.Y así es como el día 5 de febrero de 1971 Joaquín, como capitán bandera, y Luís, como capitán espada, salen de la Ermita de San Blas junto a sus familias como capitanía entrante para el año 72.

Los alagoneros ya forman parte de las Fiestas de Sax

 La fiesta ya forma parte de los propios alagoneros que como anuncia en la entrada la sede de la Comparsa, este local es la “Casa de Alagón”. Tan solo los sentimientos pueden explicar que personas que no han crecido con las fiestas puedan disfrutarlas como propias.

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